25 de diciembre de 2011

Eleftheria Arvanitaki - "Krivomai sto antio"



Κρύβομαι στο αντίο       

Στίχοι: Λήδα Ρουμάνη
Μουσική: Eva Amaral & Juan Aguirre
Πρώτη εκτέλεση: Ελευθερία Αρβανιτάκη


Θέλω τόσα να σου γράψω
πώς ν' αρχίσω και τι να ξεγράψω;
πόσα δε σου έχω πει.

Γράφω λέξεις, σβήνω σκέψεις
ίσως και να μην τ' αντέξεις
κι ας το έχεις φανταστεί.

Τώρα που σου είπα πως θα φύγω
το φοβάσαι να 'σαι μόνος
σ' άδειους τοίχους να μιλάς.

Θα μου πεις «θα φτιάξουν όλα, μείνε»
κι όχι πως με αγαπάς.

Δώσ' μου φωνή
να σου το πω
δώσ' μου ψυχή
να μην γυρίσω να σε δω
μαζί σου αφήνω ό,τι αγαπώ
και κρύβομαι στο αντίο.
Δώσ' μου φωνή
δώσ' μου ψυχή
να μην γυρίσω να σε δω
μαζί σου αφήνω ό,τι αγαπώ
και κρύβομαι στο αντίο

Στον καθρέφτη όταν κοιτάζω
με μισό πορτρέτο μοιάζω, τώρα
λείπει τ' άλλο μου μισό.

Πώς να φύγω απ' τη συνήθεια
όταν δε μπορώ να δω στ' αλήθεια
τον εαυτό μου μοναχό
δεν είσαι εδώ...

Δώσ' μου φωνή
να σου το πω
δώσ' μου ψυχή
να μη γυρίσω να σε δω
μαζί σου αφήνω ό,τι αγαπώ
και κρύβομαι στ' αντίο.

Βάζω το κλειδί στην πόρτα
κι ας ανάβω όλα τα φώτα
είν' το σπίτι σκοτεινό.

Σκόρπιες λέξεις τώρα δεν μετράνε
σ' άδεια χρόνια απαντάνε
που γεμίσαμε κι οι δυο.

Φεύγω κι ας μου λες «θα φτιάξουν όλα»
φεύγω απ' όσα αγαπώ.

Δώσ' μου φωνή
να σου το πω
δώσ' μου ψυχή
να μη γυρίσω να σε δω
μαζί σου αφήνω ό,τι αγαπώ
και κρύβομαι στ' αντίο.
Δώσ' μου φωνή
δώσ' μου ψυχή
να μη γυρίσω να σε δω
μαζί σου αφήνω ό,τι αγαπώ
και κρύβομαι στ' αντίο.

Φεύγω τώρα απ' τη συνήθεια
φεύγω και για μένα ζω στ' αλήθεια
φεύγω απ' όσα αγαπώ...
s

20 de diciembre de 2011

LA GRECIA ANTIGUA



La Grecia antigua ocupaba la parte meridional de la península de los Balcanes, un conjunto de islas y archipiélagos del mar Egeo y la costa de Asia Menor. El paisaje se caracteriza por tres elementos fundamentales: las montañas, numerosas y elevadas, dificultan las comunicaciones por tierra; las llanuras y los valles, en los que se localizaba la agricultura, y la cercanía del mar.

Debido a la dificultad de las comunicaciones por tierra, el pueblo griego se volcó en seguida hacia el mar - πόντοs-.

Este no solo suponía una importante vía de comunicación, sino también una excelente reserva alimenticia. En las costas hay un gran número de puertos naturales, por lo que la pesca y el comercio marítimo eran actividades muy importantes. Por esta razón, los griegos se convirtieron en excelentes marineros y comerciantes.

Aunque cada ciudad o polis era independiente y tenía sus propias leyes, moneda, gobierno y ejército, todas ellas compartían el sentimiento de pertenecer a una misma civilización, porque todos hablaban la misma lengua, el griego, y adoraban a los mismos dioses.

El mundo griego


En los siglos VIII al VI a.C. el aumento de la población, la política en manos de la oligarquía y el creciente endeudamiento de gran parte del campesinado obligaron a muchos griegos a buscar nuevas tierras. Pequeños grupos de personas, voluntarios o elegidos por sorteo, navegaron por toda la costa mediterránea y fundaron colonias. Algunas de las colonias más importantes fueron Siracusa, en la isla de Sicilia, Massalia, la actual Marsella en la costa francesa, o Ampurias, en la costa catalana.
La expansión se desarrolló en dos oleadas:
  • La oleada hacia el oeste. Entre el 750 y el 650 a.C., los griegos se dirigieron hacia las islas y costas del mar Jónico, Sicilia, el sur de Italia y Francia, Libia y el noreste de la península Ibérica.
  • La oleada hacia el este. Después del 650 a.C., los griegos fundaron colonias en las costas del mar Negro.
Para fundar un nuevo asentamiento se tenían que cumplir unas condiciones mínimas: ciertas garantías de seguridad obtenidas mediante acuerdos con los jefes indígenas, así como la existencia de tierras cultivables y de ciertos productos o materias primas con los que comerciar. En las nuevas ciudades, los griegos conservaban la forma de gobierno, las costumbres y los dioses de la polis de la que procedían, de forma que la cultura griega se extendió por el mar Mediterráneo.

Sin embargo, a pesar de estar unidas culturalmente, las colonias griegas funcionaron siempre como territorios independientes.


EL IMPERIO DE ALEJANDRO MAGNO




Mapa mudo Hélade I


Mapa  mudo Hélade II



18 de diciembre de 2011

GRIEGO I ESQUEMAS DE GRAMÁTICA Y EJERCICIOS



EJERCICIOS GRIEGO I

1.  EJ. 1. 1º DECL. TEXTOS 1.








LINGUA LATINA I


IN SCHOLA

Romae parvi pueri ad magistrum veniebant; ibi, in ludo (sic magistri domum appellabant Romani) numeros et litteras discebant. Pueri tabellas ceratas stilumque in ludum portabant. Stilo litteras ac verba in tabellarum cera inscribebant. Postea ad grammaticum veniebant, ubi poetas Graecos et Latinos recitabant. Ita discipuli grammaticam, historiam, geographiam, physicam aliasque disciplinas discebant.


 LA GUERRA DE TROYA

Clarum oppidum Asiae Troia erat. Troiani oppidum incolebant atque cum graecis pugnabant, nam graeci Troiam obsidebant. Belli causa Priami filius est, nam pulchram Graeciae feminam raptat et secum vehit. Multi dei graecos iuvabant. Multi populi deique troianos quoque iuvabant. Graeci troianique varia fortuna in latis Troiae campis strenue pugnabant. Tandem graeci Troiam dolo expugnant atque praeclaram victoriam obtinent. Viros, feminas et pueros interficiunt aut capiunt. Oppidi tecta templaque ferro flammaque impie delent.

VOCABULA

Asia, -ae: Asia.
Atque (conj.): y.
Aut (conj.) : o.
Bellum, -i: guerra.
Campus, -i : campo, territorio.
Capio, -is, -ere, cepi, captum : coger, capturar.
Causa, -ae: causa.
Clarus, -a, -u : famoso,-a.
Cum (prep.de abl.): con.
Deleo, -es, -ere, .... destruir.
Deus, dei: dios.
Dolus, -i : engaño.
Et  (conj.) : y.
Expugno, -as, -are, -avi, -atum : asaltar.
Femina, -ae : fémina, mujer.
Ferrum, -i: hierro, espada.
Filius, -ii: hijo.
Flamma, -ae : llama, fuego.
Fortuna, -ae: fortuna, suerte.
Graeci, -orum: los griegos.
Graecia, -ae: Grecia.
Impie (adv.): impiamente, despiadadamente.
Incolo, -is, -ere: habitar.
Interficio, -is, -ere;: matar.
Iuvo, -as, -are : ayudar.

Latus, -a, -um : ancho,-a ; amplio,-a.
Multus, -a, -um: mucho, -a.
Nam (conj.): pues.
Obsideo, -es, -ere,...: asediar.
Obtineo, -es, -ere, ....: obtener.
Oppidum, -i: ciudad.
Populus, -i : pueblo.
Praeclarus, -a, um : claro,-a.
Priamus, -i: Príamo.
Puer, pueri : niño.
Pugno, -as, -are, -avi, -atum: luchar.
Pulcher, pulchra, pulchrum: hermoso,-a.
-que (conj.enclítica): y.
Quoque (adv.) : también.
Rapto, -as, -are: raptar.
Secum (cum+se) : consiguo (C.C. comp.).
Strenue (adv.): valerosamente.
Tandem (adv.) : finalmente.
Tectum, tecti: techo, casa.
Templum, -i: templo.
Troia, -ae: Troya.
Troiani, -orum: los troyanos.
Varius, -a, -um: variado,-a.
Veho, -is, -ere,...: llevar.
Victoria, -ae, Victoria.
Vir, viri : hombre.


 

15 de diciembre de 2011

TEXTOS 1 /2


Tras hacer Petreyo un detenido reconocimiento de la situación, su ejército y el de los enemigos se disponen a iniciar el combate. Se lucha con la espada.

Sed ubi (1), omnibus rebus exploratis, Petreius tuba signum dat, cohortes paulatim incedere iubet; idem facit hostium exercitus. Postquam eo (2) ventum est, unde a ferentariis proelium committi (3) posset, maximo clamore cum infestis signis concurrunt; pila omittunt, gladiis res geritur.

(1) ubi: cuando (2) eo ... unde: allí ... desde donde (3) committi: infinitivo de presente en pasiva. 

 

César, tras varias escaramuzas, consigue cortarles el paso sin terminar con la vida de ningún soldado. Afranio y Petreyo se ven obligados a solucionar el problema de abastecimiento


[...] Qua(1) re cognita, crebras stationes disponunt equitum et cohortium alariarum legionariasque intericiunt cohortes vallumque ex castris ad aquam ducere incipiunt, ut(2) intra munitionem et sine timore et sine stationibus aquari possent. Id opus inter se Petreius atque Afranius partiuntur ipsique perficiendi operis causa longius progrediuntur.

 (1) qua: relativo= demostrativo (2) ut:  conj. final "para que" +subjuntivo.
 C.Iulius Caesar, DE BELLO CIVILI


 Lucio Afranio: uno de los más leales partidarios de Pompeyo sirvió como su legatus en el conflicto con Sertorio, así como durante el enfrentamiento con César. Falleció después de la derrota en Tapso. 

Marco Petreyo : Militar romano. Nombrado por Pompeyo propretor de la Hispania Ulterior (55 a.J.C.), fue vencido, con Afranio, por César en Ilerda (49 a. J.C.). Posteriormente se unió a los pompeyanos en África y, al ser derrotado en Tapso (46 a.J.C.), se suicidó.

TEXTO 2




Posidón y Atenea se disputan el dominio de la región del Ática

ἧκεν οὖν πρῶτος Ποσειδῶν ἐπὶ τὴν ᾿Αττικήν, καὶ πλήξας1 τῇ τριαίνῃ κατὰ μέσην  τὴν ἀκρόπολιν2 ἀπέφηνε3 θάλασσαν, ἣν νῦν Ἐρεχθηίδα4 καλοῦσι. μετὰ δὲ τοῦτον ἧκεν ᾿Αθηνᾶ, καὶ ποιησαμένη Κέκροπα5 μάρτυρα6 τῆς καταλήψεως7 ἐφύτευσεν ἐλαίαν.
                 (Apolodoro, Biblioteca, 3.14.1)

Notas: 1) Participio de πλήσσω. 2) κατὰ... ἀκρόπολιν: “en medio de la acrópolis”. 3) Aoristo de ἀποφαίνω. 4) Ἐρεχθηίς ίδος: “Erecteida”. 5) Κέκροψ –οπος: “Cécrope”, rey de Atenas. 6)Predicativo de Κέκροπα. 7) “toma de posesión”.

TEXTO 1


Acrisio prepara el encierro de su hija Dánae


᾿Ακρισίῳ1 δὲ περὶ γενέσεως παίδων ἀρρένων2,  ὅτε ἐχρηστηριάσατο, ὁ θεὸς ἔφη γενέσθαι παῖδα ἐκ τῆς θυγατρός, ὃς αὐτὸν ἀποκτενεῖ3. δείσας δὲ ὁ ᾿Ακρίσιος τοῦτο κατασκευάσας ὑπὸ  γῆν θάλαμον χάλκεον τὴν Δανάην4 ἐφρούρει.
                                                                         (Adaptación de Apolodoro, Biblioteca Mitológica, II 34)
Notas
1. "Acrisio", rey de Argos. 2. De ἄρρην, -εν. 3. Futuro de ἀποκτείνω. 4. "Dánae", hija de Acrisio, princesa e Argos.  


13 de diciembre de 2011

ROMA Y LA CONQUISTA DE ITALIA.// MAPA INTERACTIVO DEL IMPERIO ROMANO

ROMA Y LA CONQUISTA DE ITALIA

Signos: 1) Territorio de Roma al finalizar el dominio etrusco; 2) Expansión romana a fines del siglo IV; 3) Territorio dominado por Roma después de las guerras Samnitas; 4) Ocupación de la Magna Grecia; 5) Límites del Imperio etrusco en su época de mayor apogeo; 6) Tendencia unificadora ejercida por Roma.

La constitución del Estado romano y su expansión en Italia antes de proceder a la conquista del Mediterrá¡neo, es uno de los hechos politco-militares más interesantes de la Historia. Para comprenderlo, es preciso recordar que en el siglo VI los etruscos habían intentado ya la unificación de la península, constituyendo un Imperio cuyos límites (signo 5) englobaban gran parte de la llanura del Po, hasta Adria, en su desembocadura, más Etruria, Roma y la Campania.

Este imperio fue el que dio coherencia a unos poblados establecidos a orillas del Tí­ber, constituyendo con ellos la ciudad de Roma. Al derrumbarse el poder etrusco, el territorio romano comprendía el bajo Tí­ber, según se determina con el signo 1. Durante el siglo V, Roma luchó desesperadamente por su existencia contra los pueblos vecinos o invasores, como los volscos, aequos, etruscos y galos. Habiendo salido victorioso de la dura prueba, a fines del siglo IV el poder de Roma abarcaba la Etruria meridional más la Campania, con las ciudades de Cumas y Nápoles (signo 2). Desde este momento, la política expansiva de la República tendía a unificar la península, según indican las flechas (signo 6). Después de las guerras Samnitas, en las que participaron también galos y etruscos, el territorio de Roma se extendió, por el Norte, hasta el río Arno y el Rubicón, y, por el Sur, hasta Italia meridional (signo 3). Por último, la Magna Grecia, con las ricas ciudades de Brindisi, Tarento, Heraclea, Thurioi, Crotona y Rhegio, también cayó en poder de las legiones romanas (signo 4).
La cuestión de la Italia peninsular, enfrentó a Roma con Cartago por la posesión de Sicilia, preparando el inmediato estallido de las guerras púnicas.


EL IMPERIO ROMANO


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7 de diciembre de 2011

HISTORIOGRAFÍA LATINA



Final del formulario
CÉSAR, SALUSTIO, TITO LIVIO

1.- CARACTERÍSTICAS Y ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA


 La pregunta que viene a la mente cuando se trata de establecer las fuentes de los historiadores romanos, es: ¿De dónde sacan la información? Es verdad que conservamos los nombres de historiadores antiguos que nos contaron episodios de su época, pero estos no se remontan más allá del siglo III a. C., como es el caso de Fabius Pictor. ¿No sería posible que existieran informaciones más antiguas? ¿Es posible que se conservaran?.
Es evidente que hay historiadores que tienen fuentes más que cercanas: como que son ellos mismos los protagonistas. Nos estamos refiriendo a L. Cincius Alimentus y a C. Acilius, pero, sobre todo, a Julio César. Las historias que escribe son sus propias historias, lo que él hizo, lo que él protagonizó. Otros, como Salustio, cuentan hechos acaecidos poco antes, de manera que las fuentes eran directamente los espectadores de los mismos. Es decir, son fuentes de primera mano.
Sin embargo, conocemos muchos nombres y muchos hechos, muy antiguos, contados por historiadores más bien modernos. Este es el caso de Tito Livio. ¿En qué se basaban?
Desde los más lejanos tiempos de la historia romana, es decir, desde los tiempos de Rómulo, encontramos distintas fuentes, distintos escritos que nos van diciendo, las más de las veces de una manera muy árida, los principales acontecimientos y los principales personajes de Roma. Estas informaciones fueron recogidas por los primeros historiadores de que se tiene noticia.
Los primeros que relataron lo que pasaba, con unas simples notas, de contenido tanto político como religioso, fueron los sacerdotes, los Pontífices, que tenían a su cargo el calendario, establecer los días fastos y nefastos, así como los días dedicados a las principales divinidades. Todas estas noticias se guardaban para que se tuviera constancia de la importancia de la religión oficial y de sus principales representantes.
Los nombres de los reyes, de los magistrados, de los sacerdotes, también aparecen en los Fasti consulares; de la misma manera que las principales decisiones de los principales actores de la vida política y religiosa.
Más concretos y también más extensos son los Annales Maximi o Annales Pontificum, la relación, año por año, de los acontecimientos más relevantes que habían sucedido, así como los nombres de sus protagonistas y de los magistrados elegidos para  cada año.
Éstas son las fuentes institucionales, es decir, las que proceden de las personas encargadas para ello. Sin embargo, en la antigua Roma se originaron otras fuentes históricas dignas de mención, y que se deben a ciudadanos particulares, que, movidos, generalmente por el afán de notoriedad, publicaban sus hazañas y sus títulos. Nos hemos encontrado muchas estelas, funerarias o no, en que se aprecia el interés por pasar a la posteridad.
De la misma manera, otros cantan y ensalzan la vida de los demás, sobre todo cuando se han muerto: los tituli y los elogia, a los que debemos hacer un caso relativo, ya que en muchos casos la desfachatez de los oradores o de los que confeccionan los epitafios se pasa de la raya al alabar las virtudes del difunto.
Sin embargo debemos tratar también de conocer los personajes que escribieron historia, aunque, como hemos dicho antes, no son demasiado antiguos, pues los primeros datan de la segunda mitad del siglo III a. C.
Se trata de los Analistas, es decir, los que escribían Annales, que según su título, no eran otra cosa que la narración de los acontecimientos año tras año.
Los primeros de los que se tiene noticia escribieron la Historia de Roma en griego, siguiendo la tradición de los grandes historiadores helenos (Herodoto, Tucídides y Jenofonte). Generalmente se contaba la historia de Roma desde su fundación (a. V. c. 753 a. C.), pero muchos se remontaban a la llegada de Eneas a Italia, primero, y a la desembocadura del Tíber, después. Cada uno procuraba llegar hasta donde podía, que no podía ser más allá de los límites de su propia vida. Por eso, unos se quedaron en la Primera Guerra Púnica (264 - 241 a. C), y otros fueron un poco más lejos. De todos estos autores nos quedan unos pocos fragmentos. Los conocemos por relatos posteriores en que aparecen sus nombres.
Fabius Pictor (finales del siglo III y principios del II) ha sido muy seguido por los historiadores posteriores, sobre todo, por Tito Livio. Contaba la historia de Roma desde la llegada de Eneas a Italia hasta el fin de la 2ª Guerra Púnica (201 a. C.). Escribió para los griegos, pretendiendo una apología de Roma. Corrían unos Annales Latini, que se piensa que no eran originales suyos, sino traducciones de sus historias en latín.
Algunos contaron la historia con conocimiento de causa, como L. Cincius Alimentus, que fue propretor en el año 210 a. C. y más tarde, prisionero de Aníbal. Narró la historia de Roma desde su fundación hasta los acontecimientos más cercanos a él, pero sobre todo, la Segunda Guerra Púnica (219 - 201 a. C.). Fue una de las fuentes de Tito Livio. C. Acilius, senador, que participó como intérprete de una embajada ateniense a Roma en el año 155 a. C. Escribió unos Annales, con el mismo plan que el anterior.
Hubo otros analistas que escribieron en Latín, cuyos escritos fueron célebres en la antigüedad, e incluso alabados por otros escritores más recientes. Entre ellos podemos citar a L. Cassius Hemina (mediados del siglo II a. C.), L. Calpurnius Piso (cónsul en el año 133 a. C.), Q. Claudius Quadrigarius (contemporáneo de Sila), pero sobre todo al gran poeta Ennio (239 - 169 a.C.), que escribió sus Annales en versos hexámetros, con lo que introdujo este tipo de verso en Latín.
Hubo autores latinos que se dedicaron a escribir monografías históricas. El primero fue L. Coelius Antipater (2ª mitad del s. II a. C.) que narró la historia de la Segunda Guerra Púnica (219 - 201 a. C.) intentando darle un carácter literario. Insertaba discursos en el texto, muchos ficticios, cosa que hicieron más tarde Salustio y Livio. Con ello daba agilidad a la narración.
Pero, tal vez, el más importante historiador de esta época fue M. Portius Cato (234 - 149 a. C.) Trató de narrar la historia de Roma desde sus orígenes, y por eso llamó a su libro con este término: Origines.



2.- LA HISTORIOGRAFÍA A FINALES DE LA REPÚBLICA




Caius Iulius Caesar (100 - 44 a. C.) pertenecía a una familia patricia: la gens Iulia. Pretendía descender de Eneas, e incluso de la diosa Venus. (Eneas, según nos cuentan, era hijo del troyano Anquises y de la diosa Venus. El hijo de Eneas se llamaba Iulo, del que se hacía proceder a la gens Iulia) Tuvo una gran formación, que amplió en Rodas bajo la guía del retor Molón. Era sobrino de Mario, por lo que se enroló en el partido popular. Recorrió el "cursus honorum". Se sospechó que había participado en la Conjuración de Catilina por su oposición a que se condenase a muerte a los conjurados. Fue cónsul el año 59 a. C.

El año siguiente fue nombrado procónsul en la Galia Transalpina. En 8 años conquistó todo el país hasta el río Rin, y lo convirtió en provincia romana. Estos hechos los cuenta en su libro De bello Gallico. De esta manera se hizo dueño de un ejército que le servirá y que le será muy útil en la guerra civil contra Pompeyo, a quien el Senado había nombrado cónsul único (año 50 a. C.) por miedo a César; Pompeyo solicitó de Cesar que licenciara sus tropas, cosa que no hizo, ya que se hubiera quedado indefenso ante él. Cruzó el río Rubicón (49 a. C.) que hacía de frontera entre Italia y la Galia Cisalpina con aquellas famosas palabras "alea iacta est", y se dirigió contra Pompeyo, que salió de Roma hacia el sur. Éste es el comienzo de la guerra civil entre César y Pompeyo, contada en De bello civili.


Después de haber liquidado los distintos grupos partidarios de Pompeyo en Hispania y en el sur de la Galia, César persiguió al mismo Pompeyo hasta la llanura de Farsalia, en Grecia, y lo venció en la batalla del mismo nombre (48 a. C.). Al volver a Roma se le nombró dictador.
Intentó la pacificación del país después de las guerras civiles que habían dividido a los Romanos, y acometió la reestructuración de la administración. Sin embargo, los que veían en él una amenaza para la República, ya que se había nombrado dictador vitalicio, lo asesinaron en el Senado el día de los  Idus de marzo (15 - III) del año 709 a. V. C. ("desde la fundación de Roma"), 44 a. C., y cayó a los pies de la estatua de Pompeyo.
César tuvo en todo momento una gran visión de futuro, y todo lo que hacía se encaminaba a saciar su gran ambición personal. Fue un gran orador, una persona muy inteligente, de una voluntad y tenacidad fuera de serie, prudente, con el don de atraer a los soldados y hacerlos adictos a él. Fue un gran general, que asombraba a todos por sus movimientos estratégicos. También sobresalió como administrador público en el corto tiempo de su dictadura.
Como escritor, historiógrafo, nos ha dejado muestras de su ingenio: 
En esta obra nos cuenta los ocho años (del 58 al 51 a. C.) de la conquista de la Galia, hasta que los galos, con Vercingetórix al frente, se rindieron, y convirtió toda la Galia en provincia romana. Comienza con estas famosas palabras:
"Gallia es omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam, qui ipsorum lingua Celtae, nostra Galli , appellantur"
Toda la Galia está dividida en tres partes, de las que una la habitan los Belgas, la segunda los Aquitanos, y la tercera los que se llaman a sí mismos en su propia lengua Celtas, y nosotros los llamamos Galos
 Hizo alguna incursión a Germania, al otro lado del río Rin, y también a Britania, al otro lado del canal de la Mancha. Estas dos expediciones no tuvieron el éxito que le había acompañado en la conquista de la Galia.
En la imagen, rendición de Vercingetórix ante César después de la batalla de Alesia

"De bello civili
Nos narra en tres libros la guerra civil contra Pompeyo y sus partidarios, para dilucidar de quién era la superioridad en el gobierno de Roma. Comenzó la guerra  cuando el Senado nombró a Pompeyo cónsul único (52 a. C.) y mandó a César que licenciara las tropas. Como no podía hacer lo que le pedían sin quedar indefenso ante Pompeyo, pasó la frontera entre Italia y la Galia Cisalpina (el río Rubicón), y marchó hacia Roma (49 a. C.) Luchó contra los partidarios de Pompeyo en la Galia y en Hispania, a los que venció en la batalla de Ilerda. Más tarde persiguió al mismo Pompeyo, con el que se enfrentó en la batalla final.  La guerra civil acabó con la victoria de César en la batalla de Farsalia (48 a. C.) y con el desembarco en Alejandría. Acaba contando cómo las autoridades egipcias entregaron a César la cabeza de Pompeyo, pensando que le iban a agradar. No fue así, ya que Pompeyo era romano, y tal vez pensaba perdonarle. 
Se atribuyen a César otras obras, que no parece que fueran escritas por él. Todas juntas forman lo que se llama el Corpus Caesarianum”. Estas obras son “De bello Alexandrino”, De bello Hispaniense” y “De bello Africano” y tratan de las guerra que tuvo que mantener contra los restos de los partidarios de Pompeyo en Alejandría, en España y en el norte de África.
A las dos primeras (De bello gallico y De bello civili) se las suele denominar con el nombre de “Commentarii”, ya que no son unos tratados de historia, sino que es una especie de diario, de comentario de lo que iba sucediendo a lo largo de los días de campaña. Se puede decir que son los partes de guerra enviados por César al Senado. Son unas narraciones que se ajustan perfectamente a la veracidad de los hechos y de los lugares, cosa que ha sido confirmada por numerosas muestras posteriores. La justificación de las acciones y su manera, tanto de interpretarlos como incluso de nombrarlos, es más subjetiva. Intenta, sobre todo, atraer al opinión pública a su favor.
César escribe su propia historia con fines políticos, propagandísticos de su persona, tratando de poner su propia causa por encima de todo lo demás. Todo esto lo escribe, eso sí, con gran claridad expresiva, sin que lo esencial quede sepultado por lo accesorio, y con una gran precisión, tanto en lo geográfico y local como en lo temporal. Su lenguaje es sobrio, claro, sencillo, y, a la vez, clásico: la frase siempre es justa, tanto en los párrafos breves, como en los períodos más largos; evita las palabras arcaicas, vulgares o poéticas.
Cuando César ha asistido en persona a los acontecimientos que narra nada hay más claro que su palabra. No explica más que lo esencial, pero con una gran precisión. Le interesan sobre todo los encadenamientos de los hechos, la parte de la voluntad humana en ellos. Generalmente la visión de César sobre los hechos es la que queda triunfante por encima de todo lo demás, debido a la lucidez extrema con que escribe y al valor exacto que da a cada uno de los hechos y situaciones.
Cuando no ha sido protagonista de los hechos, se los imagina con gran viveza y revive la acción, gracias a su gran conocimiento del país y de sus hombres. Se pone de manifiesto en estas narraciones su gran vena dramática. Utiliza un lenguaje claro. Es un gran purista del idioma. Evita las palabras arcaicas, vulgares y poéticas.

CRONOLOGÍA DE JULIO CÉSAR

12 - VII - 100 a. C.  
Nace Julio César. Sus padres son: C. Iulius Caesar y Aurelia de la “gens Cotta”
83 a. C
Es nombrado por su tío Mario “Flamen Dialis” (sacerdote de Júpiter)
82 a. C
Viaja a Grecia para huir de Sila, antagonista de Mario
68 a. C.
Es nombrado "Cuestor" en Hispania Ulterior
66 a. C.
Hace la campaña contra Mitridates, rey del Ponto
65 a. C 
Es elegido "Edil curul".
63 a. C
Es nombrado “Maximus Pontifex”.
62 a. C.
Tiene lugar la desarticulación de la "Conjuración de Catilina"
Es elegido "Pretor"
61 a. C
Es nombrado "Propretor" en Hispania Ulterior
60 a. C
César, Pompeyo y Craso forman el PRIMER TRIUNVIRATO
59 a. C
Es elegido "Cónsul" pro primera vez.
58 a. C
Es nombrado “Procónsul” en las Galias, por cinco años
Comienza la Guerra de las Gallias"
55 a. C.: 
En Roma son elegidos “Cónsules” Pompeyo y Craso. 
En la Galia atraviesa el Rin.
Primera campaña contra los Bretones.
54 a. C.
Segunda campaña contra los Bretones.
53 a. C.
Vence a los Belgas, capitaneados por Ambiórix.
Muere Craso .
52 a. C.

Vence en Alesia a Vercingetórix que había conseguido unir a todos los pueblos galos contra el invasor César.

Pompeyo queda como “cónsul único”.
49 a. C. 
Acuerdo del Senado para que J. César licencie sus tropas.
César no lo acepta y pasa el Rubicón ( "Alea iacta est").
Pompeyo huye hacia el Epiro
César vence en Hispania a los pompeyanos en la batalla de Ilerda
48 a. C.
Es elegido “Cónsul” por segunda vez.
El 9 - VIII vence a Pompeyo en Farsalia
César llega a Alejandría. Pompeyo es asesinado
47 a. C.
César establece la soberanía de Cleopatra en Egipto.
En junio,"Veni, vidi, vici",  
vence a Farnaces en Zela
Vuelve a Roma y es nombrado “Dictador”.
46 a. C.
Vence a los Pompeyanos (Catón, Escipión y Yuba) en Thapsos.
Vuelve a Roma y se le prolonga la dictadura
Se le nombra "Censor" único
Cleopatra viaja a Roma
45 a. C.











15 - III - 44 a. C.
Vence en Munda (Bética) a los hijos de Pompeyo
Idus de marzo:
  César es asesinado

Rerum romanarum florentissimus auctor (Quintiliano)
La vida de Caius Salustius Crispus (86 - 35 A. C.) se desarrolló durante el siglo I a. C., coincidiendo con el período de más cruda rivalidad en las guerras civiles, primero en la de César y Pompeyo (52 - 48 a. C), y, más tarde, en las que siguieron a la muerte de César entre los asesinos de César (Bruto y Casio) contra Marco Antonio y Octavio que fueron los vencedores en la batalla de Philippos (42 a. C.), que trataban de mantener la legalidad republicana.
Nació de una familia plebeya en Amiternum (Sabinia). Desde muy pronto soñó con escribir historia, pero fue arrastrado a la política.
Después de haber sido cuestor, fue tribuno de la plebe (52 a. C.) y entró a formar parte del Senado. No fue digno de tales cargos, ya que en el año 50 a. C. el censor Appius lo expulsó del Senado por sus malas costumbres.
A pesar de todo, como era partidario de César, pudo, con su beneplácito, volver a ingresar en el  "cursus honorum" César le volvió a nombrar cuestor en el año 49 a. C., y de esa manera reingresó en el Senado. A continuación ejerció diversos cargos militares.
César lo envió a la Campania para sofocar la revuelta de las legiones, cosa que no logró, y estuvo a punto de ser asesinado. Más tarde, en el 46 a. C., fue enviado como procónsul a África, de donde sacó la documentación para su libro “Bellum Iugurthinum”, y, sobre todo, mucho dinero.
Fue acusado de concusión (utilizar la influencia de tener un cargo público en beneficio propio) durante su gobierno en la provincia de África, pero logró ser absuelto. Con el dinero que adquirió durante su gobierno en la provincia de África se construyó un suntuoso palacio en el Quirinal, rodeado de magníficos jardines: los “Horti Salustiani”.
Vivió todavía diez años más apartado de los negocios públicos y dedicado a escribir sus libros de historia, como él mismo apunta al comienzo de su obra “De coniuratione Catilinae”. Se había casado con Terencia, repudiada por Cicerón. Murió el año 35 a. C.
Sus obras son:

Es un intento de mostrar la corrupción de la aristocracia romana, y, de paso justificar al partido demócrata o popular, al que pertenecían el caudillo de dicha guerra, Mario, y el protector de Salustio en Roma, César. Toma como pretexto la guerra que sostuvieron los Romanos contra Yugurta, rey de Numidia, ocurrida entre los años 112 y 106 a. C.; aprovecha para ensalzar a Mario, que en dicha guerra comenzó a ser conocido como un gran militar, y que más tarde fundó el del partido democrático y fue tío y antecesor de César. Al no comprobar los datos recogidos presenta numerosas inexactitudes.
Trata de un momento difícil para la República, como fue la Conjuración de Catilina, que ocurrió el año 63 a. C. y que fue desmantelada por el cónsul Cicerón. Salustio escribió cosas conocidas por todos y acaecidas hacía poco tiempo. Escribió esta obra apenas 20 años después de producirse los hechos que narra.
Comienza esta obra con un preámbulo filosófico moralizante que no estaba de acuerdo  con su vida. Denuncia la corrupción de las costumbres y de la vida política romana. Comete algunos errores, sea por contarlo de memoria sin verificarlo, sea porque lo hace a propósito, pues no es imparcial. Disminuye la importancia de Cicerón, aunque parezca que le hace justicia (le llama “optimus consul”). Presenta a César como que no participó en la conjuración, y, tal vez, sea la justificación de César la finalidad real de la obra.

"Historiae"
Ésta es la obra más importante de Salustio, pero, desgraciadamente se ha perdido casi entera, y no nos quedan más que fragmentos. Se trataba de un relato, en cinco libros, de los acontecimientos que tuvieron lugar entre los años 79 a 66 a. C. Trata de narrar la reacción contra Sila, después de la abdicación de éste de su dictadura, que ocurrió entre los años 82 y 79 a. C.
En sus narraciones emite juicios de valor sobre las diferentes personas, filosofa sobre los acontecimientos, ensalza a unos, arremete contra otros en aras de una moral que él fue incapaz de cumplir. Todos sus libros comienzan con un prólogo filosófico. Sus declaraciones virtuosas y sus invectivas contra los vicios contrastan extrañamente con lo que se sabe de su vida.
Sin embargo, sabe sacar a la luz los hechos importantes y dejar de lado los que no tienen interés. La narración no cansa.
Buen orador se inspira en Demóstenes y emplea el procedimiento de los discursos en los momentos clave de sus obras, para pintar las situaciones y los caracteres. Son discursos por lo general inventados, pero son hábiles y están bien compuestos.
Hace retratos característicos de los principales personajes: Yugurta, Catilina, Sempronia, Mario, Sila,…
Retrato de Sempronia
Sed in eis erat Sempronia, quae multa saepe virilis audaciae facinora conmiserat. Haec mulier genere atque forma, praeterea viro atque liberis satis fortunata fuit; litteris Graecis et Latinis docta, psallere et saltare elegantius quam necesse est probae, multa alia, quae instrumenta luxuriae sunt. Sed ei cariora semper omnia quam decus atque pudicitia fuit; pecuniae an famae minus parceret, haud facile discerneres; lubido sic accensa, ut saepius peteret viros quam peteretur. Sed ea saepe antehac fidem prodiderat, creditum abiuraverat, caedis conscia fuerat; luxuria atque inopia praeceps abierat. Verum ingenium eius haud absurdum: posse versus facere, iocum movere, sermone uti vel modesto vel molli vel procaci; prorsus multae facetiae multusque lepos inerat.
Pero entre ellas estaba Sempronia, que había cometido con frecuencia muchas fechorías de una audacia varonil y poco femenina. Esta mujer fue muy afortunada por su origen y por su hermosura, y además por su marido y por sus hijos. Hablaba y escribía correctamente  el griego y el latín, tocaba la cítara y bailaba de una manera demasiado atrevida para ser una mujer honrada, y llevaba a cabo otras muchas acciones que son el acompañamiento del lujo. A ella siempre le fueron más queridas todas las cosas que el honor y el decoro; Se comprenderá fácilmente que no perdonaba ni el dinero ni la fama. Tenía una pasión tan encendida que  solicitaba a los hombres con más frecuencia de lo que ellos la solicitaban. Antes de todo esto había traicionado con frecuencia la fidelidad, había negado sus deudas, había sido conocedora de muertes. Se había hundido por la lujuria y la necesidad. Sin embargo su ingenio no era mediocre: podía componer versos, mover a la risa con su conversación, que podía ser modesta, suave o procaz. En suma, tenía mucha gracia y mucho ingenio
Tiene un estilo personal con el que trata de romper el movimiento monótono de la frase, como reacción ante la prosa demasiado ceremoniosa. La búsqueda de lo imprevisto hace que Salustio evite las cadencias rítmicas al estilo de Cicerón ("cláusulas"). busca la asimetría y términos arcaicos, pero al lado de verdaderos arcaísmos los hay meramente aparentes, que no son otra cosa que variantes ortográficas (uolt por uult, uiuos por uiuus) que corresponden a la ortografía de los tiempos de Cicerón. El carácter arcaico de su estilo es el que ha llevado a los editores antiguos a respetar estas grafías sin uniformizarlas, como hicieron con Cicerón y otros autores. A veces incluso traduce literalmente construcciones griegas, por influencia de Tucícides. Le gustan los rasgos concisos y las sentencias cortas y llenas. Quiere alejarse de la lengua ordinaria: el empleo de palabras usuales le parece banal.


3.- LA HISTORIOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE AUGUSTO:
TITO LIVIO

Titus Livius Patavinus, (59 a. C. - 17 d. C.) nació en Padua (Patavium). Se dedicó a escribir alejado de los asuntos públicos. Según Séneca el Filósofo escribió algunos libros filosóficos, en forma de diálogos y con contenido más bien didáctico. Además algunos escritos de crítica literaria. Pero fue "Ab Vrbe condita" ("Desde la fundación de la Ciudad"), una obra ambiciosa, la que llenó los últimos cuarenta años de su vida. Vivió en Roma en tiempos de Augusto y pudo participar de las reformas del Emperador en relación con la vida de familia y la renovación de las costumbres.

Después de la victoria de Philippos (42 a. C.), Octavio Augusto se enfrentó a Marco Antonio, que había sido su aliado, y le venció en la batalla de Actium (31 a. C.), que marcó el comienzo del período gobernado por Octavio como Princeps Senatus, es decir, el primero del Senado otorgado por el senado Romano el año 28 a. de C. Al año siguiente se le concedió el título de Augusto, con el que se le conoce. Por eso al primer período que siguió a la república en Roma se le ha dado el nombre de Principado.
Augusto honró a Tito Livio con su favor, y le llamaba "El Pompeyano", por haber alabado en gran manera a Pompeyo. Livio era un hombre honesto, un patriota entusiasta y, al mismo tiempo, un gran admirador de los tiempos pasados. Pensaba que los dos autores más importantes de la antigüedad eran el griego Demóstenes y el romano Cicerón. A los demás autores había que estudiarlos según el parecido que tuvieran con estos dos. Livio murió en su pueblo natal, en Patavium.

"Ab Vrbe condita", es la obra de Tito Livio. Es un monumento escrito a la mayor gloria de Roma; llena 142 libros, en los que cuenta toda la historia de la ciudad, desde sus orígenes, incluso anteriores a su fundación, y llega hasta el año 9 d. C. La mayor parte de estos libros se ha perdido. Se fueron publicando separadamente en grupos de 10, por lo que también se les llamó “décadas"
Quedan 35 libros: 1 - 10 (desde los orígenes de Roma hasta el año 293 a.C.); 21 - 45 (desde la 2ª Guerra Púnica hasta el triunfo de Paulo Emilio después de la guerra de Macedonia <210 -167 a.C.>). En los libros 41- 45 hay numerosas lagunas. También se conservan fragmentos aislados y resúmenes del conjunto (periochae), atribuidos al abreviador Floro, del siglo II d. C., que nos permiten conocer el plan de la obra y los libros no conservados.
Quiere elevar un monumento a la grandeza de Roma, cosa que nos dice en el prefacio de su obra. Continuamente aparecen nuevos escritores que tratan de documentar los hechos y de sobrepasar a los que les han precedido.
Utcumque erit, iuvabit rerum gestarum memoriae principis terrarum populi pro virili parte et me ipsum consuluisse.
Sea como fuere, ayudará que yo mismo me haya dedicado de la mejor manera posible a ensalzar el recuerdo de los magníficos hechos del principal pueblo de todo el orbe terráqueo.
Considera a Roma como el mejor pueblo del mundo. Por eso su libro tiene un protagonista principal: ROMA. Es un protagonismo embellecido por su nacionalismo y por su falta de sentido crítico. Consigue al mismo tiempo una historia nacional, con un único tema: Fortuna Populi Romani, y una historia dramática en la que caben todas las narraciones de los episodios semifantásticos de la antigüedad romana. Al mismo tiempo se consuela de los males presentes con el espectáculo y el estudio del pasado. Sobre todo quiere ofrecer a todos unos magníficos ejemplos de lo que es preciso imitar y de los que se debe evitar.
Acude a otros escritores anteriores, como Polibio y alguno de los analistas: Fabius Pictor, (escritor romano que escribió en griego), Coelius Antipater,  pero no utiliza documentos originales ni corrobora los lugares donde se desarrollan las acciones. Por tanto no se puede asentir de una manera definitiva a sus asertos, ya que no están contrastados. No es imparcial, tal vez cegado por su patriotismo.
Sin tener la simplicidad de César ni la concisión de Salustio o Tácito, narra los hechos con soltura y belleza. Ordena las partes con proporción, sin que la narración languidezca en ningún momento. Reconstruye los hechos como debieron pasar. Describe con precisión y brevedad los movimientos de masas y los sentimientos de los protagonistas. Apenas hace retratos de los personajes, sino que sus caracteres aparecen integrados en el comportamiento general.
 Emplea el procedimiento de los discursos, inventados, pero útiles en el desarrollo de la acción. Son una parte importante de la obra de Livio. Es un procedimiento para que la narración no sea tan pesada, al alternar el estilo narrativo en tercera persona y los tiempos en pasado, con un estilo discursivo en primera persona y los tiempos del verbo en presente. Livio no hace otra cosa que seguir el ejemplo de Salustio y de Tucídides, que habían utilizado este procedimiento para adornar sus obras. Se cuentan cerca de 400 en los 35 libros que se conservan. Su valor histórico es importante, ya que nos hacen conocer los hechos, pero además los sentimientos de los que hablan. Tienen además, el valor añadido de la oratoria, pues están bien compuestos, son hábiles y elocuentes. Se puede decir que, después de los de Cicerón, son los mejores ejemplos de la elocuencia que los romanos nos han dejado.
En absoluto imita la concisión de Salustio. Es el creador de la prosa imperial, aunque se le pueda tildar de "ciceroniano". No es extraño, ya que sentía una gran admiración por Cicerón. Hay que tener en cuenta que cuando éste murió Livio tenía 13 años. Su frase es amplia, clara, abundante y periódica, pero no es tan regular como la de Cicerón, y a veces, según Asinius Pollio, se le nota cierto provincianismo ("patavinitas": aunque no se ha podido saber  qué quería decir con dicho el término, parece ser que se refería a un cierto gusto literario o estilístico del territorio de Padua, de donde Livio era natural.)
"Ab Vrbe condita" es, junto a la “Eneidael monumento más importante dedicado a la mayor gloria de Roma. Pudo disfrutar del éxito en vida, ya que fue el más leído de su tiempo, relegando a un segundo plano a los historiógrafos que le precedieron. Fue utilizado por otros escritores posteriores.